Pensamientos Cotidianos 2006
Pensamientos Cotidianos 2006
- EAN: 9782855669212
- ISBN: 9782855669212
- Editorial: Asociación Prosveta Española
- Año de la edición: 2018
- Encuadernación:
- Medidas: 0 X 0 mm.
- Páginas: 0
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Otros libros de Aïvanhov
Los poderes de la vida
Los humanos buscan los poderes, la riqueza, los conocimientos, el amor. Pues no, es la vida lo que deben buscar? Diréis: Pero ¿por qué buscar la vida? La tenemos. Lo que debemos buscar es lo que no tenemos. Estáis vivos, es verdad, pero desde el mineral hasta Dios pasando por los vegetales, los animales, los hombres, los ángeles, la vida tiene grados. No es suficiente vivir, debemos preguntarnos cuál es la vida que vivimos. Todos los temas que abordéis, todas las actividades que emprendáis sólo os aportarán algo si habéis comprendido la realidad esencial: la vida. Sea lo que sea lo que tengáis que hacer en el transcurso de una jornada, procurad que vuestra disposición de espíritu sea tal que os permita sentir circular en vosotros la vida divina, y que a través vuestro vivifique también a todas las criaturas...
Cuando el hombre toma conciencia de que es el depositario de la vida divina, la Madre Naturaleza lo considera un ser inteligente, un verdadero hijo de la luz, y le abre sus puertas, le da vestidos de fiesta para que participe en sus festines y en sus misterios.
dto.
Los secretos del libro de la naturaleza
Vivimos en una civilización que nos exige saber leer y escribir, pero estas dos actividades hay que saberlas ejercer también en otros planos.
En la Ciencia iniciática, leer significa ser capaz de descifrar el lado sutil y escondido de los objetos y de las criaturas, interpretar los símbolos y los signos colocados en todas partes por la Inteligencia cósmica, en el gran libro del universo. Y escribir, significa marcar este gran libro con el propio sello, obrar sobre las piedras, las plantas, los animales y los hombres a través de la fuerza mágica del propio espíritu. Por consiguiente, no es sólo sobre el papel que hay que saber leer y escribir, sino en todas las regiones del universo.
dto.
La risa del sabio
El Maestro Omraam Mikhaël Aivanhov (1900-1986), filósofo y pedagogo francés de origen búlgaro, vino a Francia en 1937. Aunque su obra aborda los múltiples aspectos de la ciencia iniciática, precisa: «Las preguntas que se nos plantean serán siempre las mismas: comprender a estos seres que somos nosotros, descubrir el sentido de nuestra existencia y superar los obstáculos que se encuentran en nuestro camino. Asi pues, no me pidáis que os hable de otra cosa, siempre os insistiré sobre estos mismos temas: nuestro desarrollo, nuestras dificultades, el camino que hay que recorrer y los métodos para hacerlo.»
«La risa del sabio es la risa de la libertad. Lo que el sabio ha comprendido le ha liberado de las cargas inútiles de la existencia, para elevarse hasta las regiones en donde brilla el sol eterno.
«y esta sabiduría que ha conquistado al precio de tantos esfuerzos, el sabio no tiene más deseo que transmitirla a aquellos que viven junto a él o que vienen a visitarle. Pero, ¡cuánto tiempo se necesita para que puedan asimilarlo. La única cosa que el sabio puede pues comunicar inmediatamente, es la alegría que extrae de esta sabiduría, esta alegría que llena su corazón, que desborda de su corazón, y la risa es la expresión de esta alegría que también se la puede llamar amor.»
Omraam Mikhael Aivanhov
dto.
Centros y cuerpos sutiles
Desde hace miles de años, los hombres se están ejercitando para multiplicar y amplificar sus sensaciones y percepciones mediante el uso de los cinco sentidos, y este juego sobre el teclado de los cinco sentidos es lo que llaman cultura y civilización.
Pues bien, eso es algo pobre. A pesar del grado de refinamiento que puedan alcanzar, los cinco sentidos siempre estarán limitados, porque sólo pertenecen al plano físico y no explorarán otra cosa que el plano físico. Mientras los seres humanos no comprendan que hay otros campos a explorar, ver, tocar, respirar, no podrán experimentar nuevas sensaciones, más amplias, más ricas, más sutiles. Cada órgano está especializado: cumple una determinada función y sólo produce sensaciones de acuerdo a su naturaleza. Para experimentar sensaciones nuevas, hay que dirigirse a otros órganos, a otros centros sutiles que también poseemos.
dto.
