Qué ocurriría en tu vida si fueras capaz de trazarte metas de alto impacto conociendo las claves para poder alcanzarlas siempre y bajo cualquier circunstancia? ¿Qué beneficios lograrías para ti y los tuyos si pudieras incrementar tu entusiasmo y pasión por todo lo que haces? ¿Qué resultados obtendrías si pudieras disponer de las claves para aumentar tus niveles de motivación, confianza y seguridad?

En "Libera todo tu potencial" encontrarás respuestas a todas estas preguntas y a muchas más. Liberar nuestro potencial ilimitado pasa por abandonar la falsa sensación de seguridad que nos hemos creado a lo largo de los años con una vida rutinaria, basada en la comodidad y en la total ausencia de riesgos, en la que todo parece estar bajo control. Sin embargo, la recompensa de descubrir quiénes somos sólo podría calificarse de maravillosa. Inmediatamente comenzamos a sentir que fluimos con la vida; nuestro nivel de autoestima se eleva; dejamos de ser víctimas de las circunstancias y nos convertimos en los guionistas de nuestra vida.

Nacemos llorando y también acuden lágrimas a nuestros ojos cuando experimentamos una gran alegría. En ambos casos significa que estamos vivos y que todas las oportunidades se hallan a nuestro alcance.

A lo largo de la vida pasamos por momentos difíciles, pero depende de nosotros transformarlos en sabiduría o en amargura. Por eso el Buda afirmaba que «el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional».

Este manual de alquimia emocional es una hoja de ruta para hacer una lectura positiva de cada revés de la vida. Pues la tristeza es la antesala de una felicidad que podremos ver cuando nos sequemos las lágrimas.

Las posibilidades terapéuticas que tiene el perdón como estrategia de liberación de emociones tóxicas, tanto en enfermedades psíquicas como somáticas, son enormes.

Nos damos cuenta de lo complejo del concepto y de las malas interpretaciones que conlleva, por eso lo aclaramos en este libro. Mostramos las ventajas de entenderlo y aplicarlo pues son innumerables.

No es extraño el rechazo a esta palabra: el perdón era algo que se compraba y se vendía, que se entregaba con dolor y sacrificio; debías perdonar para alcanzar un paraíso y evitar un infierno... Es comprensible que se prefiera utilizar equivalentes como: soltar, deshacer, rendirse, aceptar, desapegarse, liberarse, no juzgar... o re-evaluación, re-visión, autocompasión.

Poco tiene que ver ese "viejo perdón” o perdón egoísta con éste, al que llamaremos perdón filosófico o perdón transpersonal. El perdón se está revelando hoy como una herramienta terapéutica formidable que podemos redefinir y recuperar para curar almas y cuerpos. Es el momento...