Recetas de cocina para personas con intolerancia a la fructosa, sin renunciar al placer de comer

Una intolerancia a la fructosa transforma la comida diaria de muchas personas en un juego de azar. Para muchos es un malestar diario, ya que la alimentación moderna es rica en fructosa, y ésta no sólo se encuentra en las frutas. Pero si se sabe dónde se encuentra y cómo puede sustituirse, en poco tiempo pueden desaparecer las molestias, volviendo a disfrutar de un vientre tranquilo. Para ello no es necesario dejar de comer ni dulces ni fruta. En tres fases y mediante recetas aplicables a la vida diaria podrás adaptar tu alimentación a tus necesidades sin renunciar al placer de la mesa.
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Nutritivo, reconstituyente y reconfortante, el caldo es un elixir concentrado y rico en nutrientes, con un sabor magnífico y esencial. Al combinar la magia de los tiempos prehistóricos con los beneficios nutricionales científicamente demostrados de la época moderna, el caldo trasciende las culturas, las generaciones y el paso de los siglos. Aunque se le denomine caldo, bouillon o brodo, está igualmente indicado para la salud intestinal, la del sistema inmunitario y la de los huesos, las articulaciones y la piel, a la vez que es una forma simple de disfrutar de una salud y un bienestar óptimos. Este libro innovador explica por qué el caldo de huesos resulta tan saludable y nutritivo, y cómo puede aprovechar sus beneficios en su dieta diaria. Las deliciosas recetas están indicadas para las personas que siguen una dieta depurativa, la paleodieta, e incluso la dieta 5:2 (en especial en los días de ayuno). Todos los caldos, sopas y guisos descritos son fáciles de preparar y no requieren de habilidades especiales, lo que los hace accesibles y fáciles de seguir incluso para los cocineros con menos experiencia.