¿Qué pasa con los duendes, los elfos, los gnomos, los silfos y las sílfides, los ondinos y las ondinas y los Devas? ¿Son simplemente personajes nacidos de la imaginación de los poetas, relegados al olvido por el materialismo imperante donde lo sutil no tiene derecho de ciudadanía? Nuestro mundo ha experimentado una progresiva densificación, pero hoy en día está subiendo, aunque con dificultad, hacia un futuro más brillante y menos denso: la famosa "eterización" del planeta es inevitable. Y para los guardianes invisibles de la naturaleza ahora es posible manifestarse más a menudo (descubriremos, en este libro, que esto es precisamente lo que está sucediendo), y reanudar la comunicación con los humanos: nos estamos moviendo hacia un mundo en el que los diferentes reinos son conscientes unos de otros, pueden comunicarse entre sí y cooperar por el bien común... ¿Cómo iniciar estas primeras comunicaciones? ¿Qué podemos aportar nosotros? Esto es lo que Anne Givaudan explica en este libro, fruto como siempre de sus viajes fuera del cuerpo, después de haber tenido acceso a las dimensiones de los guardianes invisibles de la naturaleza, que son muchos, diversos y… ¡cada vez menos invisibles!

¿Qué aspecto tendría una cultura verdaderamente integral, una cultura que incluyera cuerpo, mente, alma y espíritu?

En este innovador El ojo del espíritu, Ken Wilber utiliza su mundialmente reconocido modelo de la conciencia para reescribir por completo el enfoque sobre unas disciplinas tan importantes como la psicología, la espiritualidad, la antropología, los estudios culturales, la teoría del arte y la teoría literaria, la ecología, el feminismo y la transformación planetaria. ¿Qué aspecto tendrían cada uno de estos campos si aceptáramos de todo corazón la existencia, no sólo del cuerpo y de la mente, sino también del alma y del espíritu?

Con un gesto integrador sorprendente, Wilber teje todos estos fragmentos en una convincente y sólida visión del mundo moderno y postmoderno.

Este libro profundiza en la realidad interior del hombre: su doble origen terrestre y celeste. Según el autor, el tema fundamental de la vida humana -y el objeto de su vida interior- es resolver esta tensión entre sus dos naturalezas: la natural y la sobrenatural.

La antropología predominante durante siglos, dice, se revela demasiado estrecha en sus criterios. Ella reduce la totalidad del hombre a sus cinco sentidos, a su razón, a su pertenencia a una sociedad, y a su fidelidad a los valores y al orden existenciales. Más allá comienza lo trascendente. Esta trascendencia que nos habita se sitúa ya sobre el solo plano de la fe o la creencia. Ahora entra en el dominio de la experiencia y se transforma en conocimiento.

El profesor Karl Graf Dürckheim, científico contemporáneo y maestro en espiritualidad, nos propone no eludir la dualidad, sino por el contrario, encontrarle una solución creadora.