El Dr. Wighard Strehlow es licenciado en Ciencias por la Universidad de Berlín, continuó estudios en Yale y trabajó trece años en la industria farmacéutica alemana. Luego comenzó a trabajar en la clínica de medicina hildegardiana del lago de Costanza, donde en 1984 sucedió a su fundador, el Dr. Gottfried Hertzka. Es autor de otros libros de la colección, publicados en LibrosLibres, de los que destacan, entre otros: Manual de Medicina, Curar por la Alimentación, La salud del corazón y la circulación según Santa Hildegarda, Cáncer y debilidad del sistema inmunitario, , Adiós tristeza, La salud del Aparato Digestivo, La psicoterapia de Santa Hildegarda, Las enfermedades de la piel, El libro de las piedras que curan o Vademécum de remedios de Santa Hildegarda.

Nos muestra la mejor manera de cuidar y preservar nuestro sistema óseo, los elementos que intervienen en su degeneración, como abordar la osteoporosis, la pérdida de masa ósea, el consumo adecuado de calcio y vitamina D, etc. Nos responde innumerables preguntas como por ejemplo ¿Porqué tengo porosidad en los huesos? ¿Qué alimentación es la adecuada? ¿Cómo conseguir la regeneración ósea?

Qué gran poder el de nuestro pensamiento, que nos conduce a interpretar todo lo percibido hacia dentro y hacia fuera de nuestro ser. Pero claro, cada uno posee sus propios prismas, algunos here-
dados, otros regalados en la educación, y otros adquiridos en el contexto de las experiencias personales. Y ahí están, las hijas del pensamiento: las emociones, las sensaciones y las conductas. Ellas saldrán al mundo, y el mundo les devolverá su respuesta.
Podemos quedarnos impasibles, asustarnos, rendirnos, luchar... Ningún acto ocurrirá en el vacío... y así hasta que dejemos de respirar. Pues este relato que ha caído en vuestras manos es la respuesta del mundo hacia una persona sensible, humana, culta, que no se queda impasible, y dialoga con la vida, preguntando, increpando, dudando... Que trata de conectar cada mañana con sus sueños y deseos. Esta es la historia de una vida llena de lucha, y entrega, de una guerrera impasible, que hoy llama a vuestra puerta, dejadla pasar, no os dejará indiferentes.

Estas pequeñas bolsas, tenazmente desarrolladas en nuestros intestinos, no suelen dar problemas ni sintomatología perceptible, salvo cuando se inflaman o infectan, momento en el cual la salud del enfermo se complica seriamente. Puesto que los divertículos apenas sí son diagnosticados en su estado latente, constituyen por ello un motivo de alerta para que sean detectados cuanto antes y puestos los remedios adecuados. Aunque eliminarlos sin cirugía es difícil, al menos podemos lograr que no causen daño alguno. La medicina natural, una vez más, aporta soluciones eficaces y fáciles para mantener bajo control tales anomalías.