Trece fábulas alquímicas
Trece fábulas alquímicas
- EAN: 9788497166126
- ISBN: 9788497166126
- Editorial: José J. de Olañeta, Editor
- Año de la edición: 2008
- Encuadernación: Rústica
- Medidas: 150 X 210 mm.
- Páginas: 132
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AGOTADO
Descripción
En algunos tratados alquímicos aparecen relatos que, en apariencia, nada tienen que ver con las operaciones que se efectúan en los laboratorios.
Son fábulas pobladas de imágenes que parecen brotar de un manantial secreto, en las que se alude a climas y geografías que no pertenecen a este mundo. Como si por medio de la descripción de un sueño, un viaje o una visión, los autores quisieran descubrir su conocimiento de una realidad diferente, inaccesible para la mayoría de los humanos, y que ellos contemplan en el interior de su atanor.
Otros libros de Alquímia
El Laboratorio Alquímico
Este gran tema, la alquimia, es tratado aquí de manera a la vez profundamente original, y escrupulosamente tradicional. Dicho de otro modo, el autor se sitúa en una época, que no es la suya. Mucha maestría posee este investigador, y una suma de conocimientos de una extraña vastedad.
Ante una obra tan rica, tan profunda, todo lector, del artista al historiador, al científico, pasando por el simple curioso, se encontrará plenamente satisfecho.
Sólo las ilustraciones de un texto de estilo tan claro fascinará a más de uno. Una cronología de Eugene CANSELIET sirve de epílogo.
dto.
Pinceladas de naturaleza
Perfecta conjunción entre arte y palabra, con la naturaleza y Spagyria como hilo conductor, descubre las fuerzas arquetípicas que impregnan el universo.
El arte es, según la Real Academia Española, la 'manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros'. En Pinceladas de Naturaleza su autor, y mi hermano, Héctor Avilés Morrondo, hace uso de los dos primeros recursos para, con la sensibilidad que siempre le ha caracterizado, plasmar con el pincel y la palabra la analógica relación que existe entre la forma de la diferentes especies, su hábitat y sus propiedades terapéuticas.
Y es que ya dijo Novalis que «mejor que el científico, comprende el poeta la naturaleza».
Obviamente, el científico al que se hace referencia es el que responde al paradigma actual, según el cual el observador tiende a proyectar sobre lo observado todo aquello que pretende demostrar, en lugar de escuchar, oler, sentir, percibir y, en definitiva, vivir en su máxima expresión el objeto de la contemplación. Además, tendemos a definir los objetos de forma aislada, evitando toda interacción con el entorno. Por el contrario, el poeta, y en general el artista, ve y va más allá de las formas, las sueña, las ensueña, las analogiza, las mitifica, las esencializa... Y de esencias es, precisamente, de lo que trata esta obra, es decir, de Spagyria.
Me congratula escribir este prólogo porque hasta ahora siempre que me han preguntado acerca de libros en los que aprender Spagyria, he acabado emplazando a mi interlocutor a estudiar el «libro de la vida», o lo que es lo mismo, el «libro de la naturaleza». Ahora, con Pinceladas de Naturaleza siento que ese gran libro se hace aún más accesible. Y es que esta obra es fruto de la contemplación, del íntimo diálogo que surge cuando en lugar de, como decía antes, proyectar sobre lo contemplado nuestros prejuicios e informaciones adquiridas, es el propio objeto el que nos revela el sentido de su propia existencia. En Spagyria, todo lo que existe es contemplado desde una triple dimensión: detrás de todo hay una idea, una función que pugna por expresarse materialmente y que se acompaña de una dirección energética, de una onda, diría un cuántico. Así, el spagyrista, distinguiendo estos tres niveles, otorga a las funciones un ordenamiento septenario, como hace la luz que, atravesando un prisma de cuarzo, se difracta en siete rangos de color.
Los antiguos se empeñaban en explicarnos esta distribución septenaria en todo lo que existe, hasta el punto de elegir entre sus divinidades a siete principales para gobernar su Olimpo y, en consecuencia, su mundo arquetípico. Esto se atribuía a Marte, aquello a Mercurio... Intentaban que percibiéramos el mundo de los dioses administrando la totalidad de los acontecimientos que se pudieran vivenciar. Las fuerzas de Marte, las de la batalla, las de la conquista, las de la fiebre, las de la irritación, las de la disputa o las de la violencia, ¿vienen entonces de los dioses o de los planetas cuyo nombre toman? No, querido lector, estas fuerzas vienen del universo, de lo indefinido, de nuestro origen y se observan en todo: en los átomos, en los cristales, en los colores, en las formas, en los vegetales, en los animales y hasta en el hombre, en sus funciones biológicas y psicosociales. Estas fuerzas arquetípicas impregnan el universo, tal y como lo veían nuestros ancestros.
dto.
De la invención de la verdad o perfección
La Alquimia, siempre ha fascinado y atraído a los Reyes, los Papas, y los eruditos y académicos de todas las épocas.
Geber, famoso príncipe, filósofo y químico árabe del siglo VIII, está considerado como el alquimista más grande del Islam.
En este tratado De la Invención de la Verdad o Perfección nos descubre las cosas que son necesarias para alcanzar nuestro Magisterio, y la forma de Prepararlo con una demostración cierta de sus pesos y medidas.
Está dividido en cuatro partes:
En la primera trata con suficiencia de los Minerales Medios y de sus Preparaciones para que estén dispuestas debidamente en la Extracción de los Espíritus y Cuerpos imperfectos.
En la segunda, de las Mundificaciones de los Espíritus y de la Entera Preparación de los mismos. .
En la tercera, de las Preparaciones diversas de los Cuerpos imperfectos según la Compleción de la Obra.
En la cuarta, de todas las Medicinas para transformar todo Cuerpo en Sol y Luna, con proyección, peso y medida, según la Exigencia de las necesidades para poder finalizar con éxito la Obra.
dto.
La verdadera alquimia
Repasando la historia del mundo vemos que el arte o ciencia de la alquimia aparece casi en cualquier época y en cualquier lugar. Se puede hablar de la alquimia china, de una alquimia hindú, helénica, árabe o europea. Algunos autores se centraron en el aspecto material, otros en el espiritual y otros, en ambos al mismo tiempo. Ello ha hecho que la alquimia no sea un sistema claro y monolítico, sino más bien un viaje lleno de contradicciones, callejones sin salida y señales equívocas. En este libro, Robert Allen Bartlett, una de las más relevantes autoridades contemporáneas, enseña los procesos y experimentos secretos de esta disciplina con una claridad y apertura totales. Expone los orígenes herméticos del arte alquímico y muestra cómo es practicado por los modernos alquimistas. Este es quizás el único libro que no aborda este arte sagrado con metáforas, sino a través de una exposición clara y sencilla, mostrando tanto sus bases teóricas como la metodología a seguir para producir extractos vegetales y minerales según la antigua tradición alquímica.
dto.