Yoga para la calma
Yoga para la calma
- EAN: 9788441442214
- ISBN: 9788441442214
- Editorial: Editorial Edaf, S.A.
- Año de la edición: 1753
- Medidas: 170 X 240 mm.
- Páginas: 256
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Descripción
Prisas, estrés, ansiedad?son algunos de los ?males? del siglo XXI a los que nos vemos expuestos con frecuencia y que influyen en nuestra salud, bienestar y comportamiento. Estas mareas emocionales que nos gustaría controlar y modificar, pero ¿cómo salir del estado de estrés? ¿Cómo disminuir la ansiedad? Yoga para la calma te da la oportunidad de conocer los distintos tipos de estrés, así como las respuestas adaptativas para afrontarlo y cuándo dejan de ser útiles para influir negativamente en nuestra salud. Basándose en la práctica de Yin Yoga, un estilo suave y sencillo, apto y adaptable a todo tipo de personas, trabajamos para modular nuestro sistema nervioso y empezar a incentivar otras respuestas y estados de ánimo. - Las técnicas de respiración, meditación y relajación para comenzar a dar a nuestra mente y nuestro cuerpo la relajación y la calma que necesitan a diario. - La teoría polivagal como método de terapia interior para combatir miedos y traumas que nos surgen en el día a día. - Los ejercicios para aprender a regular nuestros patrones ante problemas o trastornos que influyen en nuestra salud. - Secuencias o clases completas para practicar en cualquier momento. En definitiva, descubrir todo lo que implica conectar y entender la relación cuerpo mente, la importancia de la respiración, del movimiento, de hacer una pausa. Las prácticas que nos sugiere Tamara Suárez nos ayudarán a despertar la respuesta de relajación de nuestro cuerpo para que sea un espacio interior que empezamos a construir y embellecer, y al que nos guste y resulte fácil volver en cualquier momento de nuestras ajetreadas y, muchas veces, impredecibles, vidas.
Otros libros de Yoga
Kant frente a Shankara
Sinopsis de Kant frente a Shankara
La filosofía es la ciencia de lo que hay en su totalidad, que es otro modo de definir la sabiduría (Sofia). Esto entraña una gran dificultad, pues cuando queremos comprenderlo todo, tenemos que renunciar a ser comprendidos por todos.
Cercano el final de sus días y perdida toda esperanza, pone Shakespeare en labios de Macbeth una frase rotunda y desoladora: "La vida es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia pero que no significa nada" '¿Qué hay de verdad en ello? ¿No tiene nuestra vida ningún significado, no existe la sabiduría, la ciencia de la totalidad? ¿Es nuestra existencia individual una simple explosión de ruido y de furia que brota de nadie sabe dónde, resplandece durante unos instantes y desaparece sin razón en el abismo de la nada? Ante este enigma sólo caben dos posturas, morir, como hace Macbeth a manos de Macduff, o pensar, como hace Hamlet con la calavera de Yorick en las manos. Se puede opinar que las dos posturas conducen al mismo fin, la muerte.
Pero la muerte de Macbeth no es igual que la de Hamlet, pues el primero muere agitado por el odio y la desesperación, mientras que el segunto muere rodeado de amor y admiración, hundiéndose apaciblemente en el Silencio. La diferencia entre Macbeth y Hamlet es la diferencia entre los Ksatriyas y los Brahmines. Unos nacen para matar y morir, los otros para pensar. Los primeros matan y mueren para cumplir su "dharma" sin saber muy bien lo que estan haciendo: "Quien piensa que mata y quien piensa que es muerto, los dos se engañan; ni éste mata ni aquel es muerto" (Bhagavad Gîta, II, 19).
Los segundos también pueden matar o morir, pero lo hacen de un modo muy distinto: "Quien sabe que este Increado inmutable es eterno e indestructible, ¿cómo puede, Oh Partha, ¿matar o morir?". (Bhagavad Gita, II, 21).
La historia de la filosofía es la historia de un extraño triángulo, nada amoroso, por cierto, que trata de dar sentido al vigoroso drama de la vida.
dto.
i Ascensión ! (Enseñanza de los Ishayas)
El tema de este trabajo es la urgencia de actuar (¡ahora mismo!) para cumplir nuestro destino colectivo.
El mundo debe elevarse a un estado de perfecta paz, y hacerlo pronto; de otro modo, muchos sufrirán y morirán inútilmente.
Muchos de los misterios fundamentales de la vida hallan respuesta en este texto.
Esto puede comprobarlo quien quiera examinar este libro con la mente abierta y un corazón inocente.
Conforme despertemos a la realidad más profunda de nuestras almas maravillosas y exaltadas, cambiaremos irrevocablemente las tendencias de la vida de todos los seres de la Tierra.
Es éste un conocimiento precioso, un regalo invaluable para compartir con el mundo.
dto.
Mis recuerdos de Ramana Maharshi
El renombre de Bhagaván Sri Ramana le atrajo desde Inglaterra hasta la India el 1 de noviembre de 1935 y, una vez establecido en la Suprema Morada de Bhagaván, jamás regresó a su país natal. Por lo tanto, tiene mucho que contarnos, no sólo de Bhagaván y de sus enseñanzas, sino también de las muchas cosas que sucedían en su presencia.
En este libro, Sadhu Arunáchala nos brinda su testimonio de lo que acontecía en presencia de Bhagaván, principalmente de aquellos hechos que no han sido descritos en libros de otros autores.
Sobra decir que Sadhu los relata con gran precisión y respeto a la verdad, razón por la cual este libro será bien acogido tanto por los devotos de Bhagaván como por el resto de personas.
En el epílogo, Sadhu comenta sobre Bhagaván:
"Aunque hablemos de él como si estuviera muerto, no hay duda de que está aquí y, además, lleno de vida, tal y como nos prometió, a pesar de las aparencias".
Esto nos ayuda a comprender hasta qué punto Sadhu es alguien inherente al Hogar de Bhagaván.
SADHU ARUNÁCHALA
El comandante británico retirado Alan W. Chadwick fue uno de los primeros devotos europeos de Sri Ramana Maharshi.
Como él mismo nos relata en esta obra, tras la lectura de La India secreta -el libro de Paul Brunton que dio a conocer en Occidente a Bhagaván-, se deshizo de todas sus posesiones, se despidió de sus hermanas y emprendió su viaje a la India. El 1 de noviembre de 1935 el comandante Chadwick -a partir de entonces Sadhu Arunáchala- llegó a Sri Ramana Áshram, en Tiruvannámalai. Allí conoció a Ramana Maharshi, que se convertiría en su guru y con quien convivió hasta 1950, año en que Bhagaván abandonó su cuerpo. Sadhu Arunáchala nunca regresó a Europa, permaneció en el áshram hasta su muerte, en abril de 1962.
La especial relación que lo unía a Ramana Maharshi, así como sus innumerables vivencias compartidas a lo largo de quince años, hacen de su relato un valioso testimonio.
dto.
