Aprende posturas de yoga para hacer en cualquier momento y en cualquier lugar, desde la cocina hasta un viaje en avión. ? Los ejercicios están adaptados a diferentes niveles de dificultad. ? Incluye ilustraciones de todas las secuencias y breves indicaciones para realizarlas. La práctica del yoga no requiere necesariam ente la asistencia a clases reguladas. Emma Silverman, instructora de yoga con más de quince años de experiencia, nos enseña a disfrutar del equilibrio y la energía vital que proporciona esta técnica milenaria mediante cincuenta series de asanas (posturas) explicadas paso a paso, accesibles, divertidas y adaptadas a la vida diaria. El mecanismo es muy sencillo: solo hay que buscar la secuencia que mejor se ajuste a nuestra necesidad en cada momento particular y ponerla en práctica de inmediato: desde la clásica salutación al sol hasta secuencias pensadas para el lugar de trabajo, la parada del autobús o los viajes en avión. El libro incluye series específicas para insomnes o para estresados, yoga para la diosa (menstruación, embarazo, menopausia?) y para los deportistas, para el dolor físico y la salud mental. Gracias a su estructura seriada, obtendremos los mismos beneficios que nos aporta una clase guiada. ¡Por fin, el libro de yoga que miles de personas estaban buscando!

 La curva del año 1961, año del primer viaje espacial americano, acaba de golpear el corazón del “gran misterio”: “¡Es doble! -dice ella- es el mismo mundo y es... ¿el qué?” En uno, todo es armonioso, sin posibilidad de enfermedad, ni de muerte, ni de accidente, “una armonía milagrosa”, y en el otro todo funciona al revés. Y sin embargo, son el mismo mundo de Materia, separados... por ¿qué? “Cada vez más, tengo la impresión de que es una cuestión de vibración en la Materia”.

   ¿Qué es ese “tiempo vertical” que abre de pronto otra manera de vivir y de ser en la Materia, en el que unas cosas no son ya implacablemente la causa ni la consecuencia de otras: “una especie de absoluto en cada segundo”?

  Un mundo nuevo, sin traza, sin edad, sin huella, a cada segundo. Y esa “inmovilidad masiva” en un movimiento fulminante, ese “puntilleo de vibraciones”..., como si Madre viviera su cuerpo no ya a nivel macroscópico, sino a nivel de la Física cuántica.

  Y toda la vida “espiritual” de setenta años se le hunde como “una ilusión más grave todavía” ante... ¿un nuevo divino? ¿u otro modo de vida en la Materia, el próximo modo? “Estoy absolutamente abriendo un camino en la selva virgen...”