La masonería : historia, símbolos y misterios
Pirámides de cristal en un desierto dorado te conducirán a un estado de conciencia donde la armonía, el amor y la paz encontrarán dentro de ti tu verdadera dimensión y origen: la LUZ.
Mestro Zazzin Obabe Shandur.
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Diversos estados tras la muerte
Más allá del enigma, el presente trabajo es una respuesta a la estrella de Fulcanelli; a su última meta. La más obvia y necesaria es la de la muerte que en la hora del destino nos acaece a todos como dramático refugio. Al margen de la destrucción de la persona en los pudrideros, dicha respuesta plantea las cuestiones post-mortem que, de modo poliédrico, encaran las distintas tradiciones.
Y así se contempla la casuística de los estados póstumos que diseñan las tradiciones de la humanidad, los distintos estados tras la muerte. Y sabiendo los preludios que en especialísimas ocasiones se documentan también “en vida”, interesa ver si iluminan el acontecer del filósofo alquimista. No se olvida, sino que destaca como respuesta ya dada, la supervivencia y regeneración en Sevilla de un Fulcanelli de más de 140 años, sin que con ésta se limite el número de posibilidades analizadas. Los sucesos de Sevilla se revelarán fundamentales pues manifiestan, perfecta ya, la ninfosis del alquimista. Filósofo en el más puro sentido, sabio de la naturaleza, es entonces protagonista por tierras andaluzas de asombrosos espejismos.
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El grial de Montserrat
Mito eminentemente occidental, aún si también podemos rastrearlo
en otras latitudes, el Grial es la copa que guarda el brebaje
de la salud, del conocimiento y de la inmortalidad. Bajo la
guarda del Rey Pescador se encuentra encerrado, custodiado por
sus caballeros, en el «castillo del Grial» donde, tras la lanza sangrienta
de Longinos, es llevado en procesión ante los comensales
esperando una palabra liberadora.
La doctrina del Grial «se refiere a un Misterio presente sobre la
Tierra con la plenitud de su virtud celeste, al que no se accede sino
por vía de calificación y en peligro de muerte». Su característica
menos legendaria es haber sido el cáliz que Jesucristo elevó en su
Última Cena, y en el que -dice la leyenda- José de Arimatea recogió
la sangre que fluía de las llagas de Cristo. Fue san Lorenzo
quien, en tiempos de la persecución de Valeriano (258-260), lo
envió junto con una carta a su tierra natal: Huesca. Desde allí inició
periplo por los altos lugares catalano-aragoneses, hasta recalar
por fin en la catedral de Valencia hacia 1424.
Richard Wagner dice en su Parsifal que “el lugar de la escena
son los terrenos y es el castillo del Grial «Monsalvat», país con el
carácter de las montañas del norte de la España gótica”, exactamente
la santa montaña: Montserrat. Los caballeros del Grial pueden
ser vistos cuando no se visten de niebla. Son los inquietantes
monolitos que han tomado extrañas y grisáceas formas: los
Encantats, el gigante Cavall Bernat, el del Gorro Frigi, los del els
Flautats, su superintendente el Cap-de-Mort, y cien más…
LUIS MIGUEL MARTÍNEZ OTERO es el autor de El priorato de
Sión, Los Illuminati y La masonería, entre otros. En el presente
trabajo, Luis Miguel Martínez Otero selecciona y analiza las
partes más sustantivas de las diversas romanzas del Grial, las
de Chrétien de Troyes, Wolfram von Eschenbach y Robert de
Boron.
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El Priorato de Sión
Mientras se forjaba su leyenda, el Priorato era el núcleo duro y la pulpa de una nuez con una cáscara prestigiosa: la ardo Milites Templi (O.M.T. - Orden de los Caballeros Templarios). Se ponían detrás de la historia y de la política del medievo, como sus auténticos inductores. No se apearon del fraude hasta finales del pasado siglo, cuando, ante sus mismos cofrades, ya era imposible sostenerlo. Pero la leyenda andaba ya sus propios pasos.
Según sus Estatutos, el Priorato de Sión tiene como objetivos restituir la antigua Caballería, la ayuda mutua entre sus miembros y disponer un «priorato» que sirva a los suyos de centro de estudios, meditación, reposo y oración.
El presente trabajo pone a la luz su verdadera naturaleza. Al margen de su aparición obligatoria y pública (los citados Estatutos). confiesa también otra realidad «secreta»: la herencia templaria, archivos secretos, el dominio de la gnosis (una iglesia de Juan superior a la de Pedro), o la reivindicación -para su Gran Maestre, Pierre Plantard- de una sangre y de un linaje dinástico definitivo.
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La masonería: historia, símbolos y misterios
Al margen de un origen legendario, la Masonería tradicional es una agudísima alegoría del proceso de la regeneración espiritual del hombre. El Aprendiz es el hombre natural, la piedra en bruto; el Compañero el hombre intelectual, la piedra tallada; el Maestro, el hombre espiritual, el hombre regenerado, representado por el Templo.
Toda la simbología masónica gira en torno a este misterio.
Profundamente documentado, el presente libro no sólo profundiza en la historia de las diversas Obediencias masónicas, sino que también penetra en el trasfondo espiritual de los símbolos y las enseñanzas de los masones.
En el presente trabajo, Luís Miguel Martínez Otero nos abre las puertas de un universo fascinante vedado durante siglos para el profano: el de los ritos y símbolos secretos de la «sociedad discreta» más poderosa del mundo.
LUÍS MIGUEL MARTÍNEZ OTERO es autor, entre otras obras, de Iniciación al Simbolismo (1986), Fulcanelli. Una biografía imposible (1986); Claves del péndulo de Foucault (1989), El laberinto (1991) y La Cruz (1993) El priorato de Sión (2004) y Los Illuminati (2004), todos ellos publicados por Ediciones Obelisco. Otros títulos de su extensa bibliografía son: Comentarios al Mutus Liber -seguido de una Hipotiposis de Magophon (1985); Esperando al milenio. Reflexiones sobre el fin de los tiempos (1985); Heterodoxos en el Camino de Santiago (1990); Dossier René Guénon (1991); Satán (1994); Hoja de Especulaciones Metafísicas (2004).
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Los illuminati: la trama y el complot
Fundada en Baviera el 1º de mayo de 1776 por Adam Weishaupt, alumno aventajado de los Jesuitas, la Orden de los Illuminati nació con un objetivo claro: acabar con la Monarquía y la Iglesia para lo cual se establecieron alianzas con la Masonería. Pero los Illuminati fueron flor de un día: la Orden fue prohibida en 1784 y Weishaupt se exilió. Su ambición internacionalista, comunista y anarquista ha dejado una estela que aún perdura. En 1785, disuelta la Orden en Europa, se funda en Nueva York una logia que se reclama heredera de los Illuminati. Sus influencias en el mundo político y económico serán enormes y quedarán inmortalizadas en los símbolos que aparecen en el billete del dólar. Trabajando en el secreto y en la sombra, están infiltrados en el mundo de la publicidad, la prensa, la banca y los gobiernos, cumpliendo a marchas forzadas su misión globalizadora de establecer un Nuevo Orden Mundial. Luis Miguel Martínez Otero es autor de una extensa bibliografía con títulos como Esperando el Milenio, reflexiones sobre el fin de los tiempos (1985), Fulcanelli, una biografía imposible (1986), Claves del Péndulo de Foucault (1989), Heterodoxos en el Camino de Santiago (1990), El Laberinto (1991), La Cruz (1993), Dossier René Guénon (1991) Satán (1994), Hoja de especulaciones metafísicas (2004) y El priorato de Sión (1994).
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El priorato de Sión: los que están detrás
Mientras se forjaba su leyenda, el Priorato era el núcleo duro y la pulpa de una nuez con una cáscara prestigiosa: la Ordo Milites Templi (O.M.T. – Orden de los Caballeros Templarios). Se ponían detrás de la historia y de la política del medievo, como sus auténticos inductores. No se apearon del fraude hasta finales del pasado siglo, cuando, ante sus mismos cofrades, ya era imposible sostenerlo. Pero la leyenda andaba ya sus propios pasos.
Según sus Estatutos, el Priorato de Sión tiene como objetivos restituir la antigua Caballería, la ayuda mutua entre sus miembros, y disponer un «priorato» que sirva a los suyos de centro de estudios, meditación, reposo y oración.
El presente trabajo pone a la luz su verdadera naturaleza. Al margen de su aparición obligatoria y pública (los citados Estatutos), confiesa también otra realidad “secreta”: la herencia templaria, archivos secretos, el dominio de la gnosis (una iglesia de Juan superior a la de Pedro), o la reivindicación —para su Gran Maestre, Pierre Plantard— de una sangre y de un linaje dinástico definitivo.
El autor esclarece la condición del Priorato. El Priorato queda en su lugar. Y no es poca la tarea de desembarazarlo de los despropósitos que otros, más iluminados, recientemente han escrito sobre él.
Luís Miguel Martínez Otero es autor entre otras obras de Iniciación al Simbolismo (1986); Fulcanelli. Una biografía imposible (1986); Claves del péndulo de Foucault (1989); El Laberinto (1991) y La Cruz (1993) todos ellos publicados por Ediciones Obelisco. Otros títulos de este autor son: Comentarios al Mutus Liber (1985); Esperando al milenio. Reflexiones sobre el fin de los tiempos (1985); Heterodoxos en el Camino de Santiago (1990); Dossier René Guénon (1991); Satán (1994); Hoja de Especulaciones Metafísicas (2004) y Especulaciones Metafísicas (2004).
Páginas: 160
Formato: 21 cm x 13,5 cm
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