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Psicologías transpersonales: las tradiciones espirituales y la psicología contemporánea

Basadas en las auténticas enseñanzas gitanas de la Rusia del siglo XIX, estas impresionantes cartas, ilustradas a todo color en el estilo ruso Palekh, junto con el libro que las acompaña, combinan la belleza de las cajas lacadas rusas con la diversión que proporciona un sistema tan viejo como el tiempo de anticipar el futuro e iluminar el presente.
«Al echar las cartas, estamos leyendo la situación actual de nuestro barómetro psíquico. ¿Nos amenaza una tormenta, o la travesía será fácil? ¿Encontraremos el éxito o el fracaso en nuestros planes? ¿En la actualidad se ven favorecidos el amor, el dinero, los viajes? Al igual que un piloto utiliza el informe del tiempo a fin de planificar su vuelo, del mismo modo podemos utilizar las cartas como ayuda para planificar nuestra vida.»

El mito es un medio para desvelar una realidad que no puede expresarse con abstracciones filosóficas. Una realidad demasiado profunda para caber en el discurso lógico.

Joseph Campbell, una de las mayores autoridades mundiales en la materia, revela cómo los mitos que motivaron a las sociedades pre-científicas siguen siendo relevantes hoy.

Ciertamente, los mitos antiguos explicaban el cosmos y los orígenes del hombre por medio de metáforas que han sido superadas por la ciencia; pero lo importante es el rol vital y cohesionador que los mitos desempeñaron, y siguen desempeñando, en la sociedad. Un análisis psicológico de los mitos ayuda a comprender algunas de sus cualidades esenciales, precisamente las que permiten dar respuesta a las preocupaciones fundamentales del ser humano.

Desde los koans Zen y la estética india hasta la mitología del amor y de la guerra o la esquizofrenia, el autor nos va mostrando como, a lo largo del tiempo y el espacio, el mito y la religión han seguido los mismos arquetipos. Unos arquetipos que no pueden considerarse exclusivos de ningún pueblo, región o religión.

Dos grandes sabios, uno en la tradición oriental del Zen y la conciencia, otro en la tradición occidental de la ciencia experimental, se reúnen en este apasionante libro para dar dos perspectivas complementarias de una misma indagación. El cerebro, este gran desconocido; la conciencia, esta zona bloqueada de la evolución humana; la práctica del Zen, un camino hacia la libertad. Descubrir la conexión entre Zen y cerebro, es así un tema de la más incitante actualidad, la clave para converger hacia una sabiduría común. El Maestro Deshimaru nos explica cómo el ser humano debe armonizar su vida con la vida del cosmos; cómo -por poner un ejemplo- es urgente tomar conciencia de la relación "energía cósmica-respiración"; cómo la práctica del Zazen remite a la meditación sin movimiento, a la respiración Zen (nada que ver con la respiración normal), a la actitud mental (más allá de pensamientos y sentimientos), a la superación del ego. El doctor Chauchard confirma que el Zen es, también, una psicotécnica que armoniza el cuerpo con el cosmos. En la prodigiosa complejidad del cerebro humano está la condición material de lo "espiritual". Toda disociación debe rechazarse. La conciencia es cuerpo, el cuerpo es conciencia. La comunión con el cosmos, base de la filosofía oriental, resulta ser -desde el punto de vista de la ciencia occidental- una prodigiosa energía ascendente, una energía de amor.

Mis enigmas favoritos

En algún momento de nuestras vidas, aquello a lo que le dedicamos toda nuestra energía se nos vuelve estéril, y ya nada parece funcionar. Comenzamos a cuestionarnos nuestros valores, sobre todo aquello que dejamos para adaptarnos a la vida civilizada. Surge la añoranza de unidad que – al igual que los mitos de los pueblos antiguos – nos devuelva el perdido sentimiento de unión con el mundo, dando sentido a nuestra existencia. C. G. Jung fue el primer psicoterapeuta interesado en esta crisis producida, aunque con excepciones, en la mitad de la vida. Este libro explora la propia experiencia de Jung: el rico y doloroso proceso de tornarse un ser más pleno y vinculado con sus semejantes, la Naturaleza, y el Universo, proceso que denominó Individuación.