¿Qué deseamos para nuestros hijos, por encima de todo? ¡Felicidad, naturalmente! Pero ¿sabemos en qué consiste la dicha? ¿Fomenta nuestra cultura la felicidad o más bien la obstaculiza? ¿Están reñidos el éxito y la alegría de vivir? ¿Qué valores debemos transmitir a los jóvenes para que sean dichosos? En suma, ¿cómo criar niños felices?

El aprendizaje de la felicidad, de la socióloga Christine Carter, ha sido definido como el libro de crianza infantil por excelencia. Basándose en principios científicos demostrados, la autora nos revela el secreto para garantizar a los niños de cualquier edad no sólo una infancia feliz sino también una vida plena en la edad adulta: inculcarles aquellas cualidades que enriquecerán su experiencia, como la seguridad, la gratitud y el optimismo. Un libro para leer y releer, empapado de inteligencia, empatía y sentido del humor, cuya sabiduría los niños –y sus padres- agradecerán de por vida.

Recuperamos la guía definitiva para lidiar con aquella gente que nos genera malestar, de la doctora Lillian Glass, precursora del término «persona tóxica».

Hay personas que hacen nuestra vida miserable, ya sean una pareja, un familiar, una amistad o un jefe: pueden hacernos sentir inadaptados o ninguneados y causarnos angustia. Son lo que ahora conocemos como «personas tóxicas», un término que acuñó la doctora Lillian Glass y que es ahora tan habitual en nuestro vocabulario.

En tóxicas Relaciones encontraremos las respuestas al clásico problema de cómo tratar con aquellas personas que han causado estragos en nuestra vida. Pero no todas las personalidades son tóxicas para todo el mundo. Por eso la autora propone estrategias simples para descubrir cuáles son aquellos que perjudican a cada uno de nosotros.

Bendito Karma

La depresión, más que una enfermedad, puede ser comprendida como un llamado profundo del alma a reconfigurar su sentido. Nos proponemos transitar el camino simbólico por donde el sufrimiento puede devenir camino de transformación.

El abordaje simbólico-arquetípico de la psicoterapia ofrece una vía singularmente fértil para la comprensión profunda de la depresión. En este enfoque, el símbolo es el lenguaje primigenio del alma, la forma en que la psique se expresa y se revela. Por tanto, también la depresión puede y debe ser comprendida en su dimensión simbólica-arquetípica, no simplemente como un trastorno, sino como una expresión del alma que clama por sentido.