El milenario arte del yoga se basa en la práctica de las asanas o posturas, para alcanzar un estado de bienestar físico y mental.

Pero más allá de ir consiguiendo posturas cada vez más difíciles (para eso ya están los artistas del circo del sol), el Yoga es más bien una manera de ir de lo grosero a lo sutil, de lo disperso a lo concreto, del ruido al silencio, de la periferia al centro.

¿Pero qué significa eso de hacer que todo el cuerpo sonría en una postura? Juan Carlos Márquez, profesor de yoga desde hace décadas, te puede ofrecer una respuesta. Es, sin más, que cada una de las células que componen nuestro cuerpo estén presentes y llenas de vida. Es que todos y cada uno de los componentes de nuestro cuerpo estén disfrutando del ser uno. Es el gozo de sentir la alegría serena desde los pies a la cabeza.

Si te interesa el yoga o quieres profundizar en su teoría y su práctica, he aquí un libro ameno, claro y muy completo sobre el tema, con múltiples ilustraciones que facilitaran la comprensión de quien quiera acercarse a esta disciplina, a esta filosofía de vida en la que muchos han encontrado conocimiento, armonía y paz interior.

Kundalini yoga es una disciplina física, mental y espiritual que basa su trabajo en el desarrollo de la energía a través del cuerpo humano, despertando así el gran potencial creativo latente que hay en cada persona.
Este libro te muestra de una manera sucinta los movimientos, posturas, sonidos, respiraciones y meditaciones precisas que comandan diferentes partes del cuerpo, el sistema nervio-so y el sistema energético vital con el fin último de fortalecer el vínculo de cada persona con su espíritu.

El masaje tailandés es una terapia corporal dinámica durante la cual el terapeuta guía al paciente en una serie de posturas de yoga mientras manipula y masajea los puntos de presión y las líneas de energía de su cuerpo. La unión de ambas actividades tiene como resultado un tratamiento que alivia la tensión muscular, mejora la circulación sanguínea, reactiva el sistema inmunológico y equilibra energéticamente el cuerpo. Este sistema único y transformativo de curación, que cuenta cada vez con más adeptos en Occidente, goza de gran predicamento en Tailanda, en cuyos templos se desarrolló hace muchos siglos como resultado de una mezcla de asanas de yoga, principios ayurvédicos y ejercicios de artes marciales.