La astrología de las constelaciones bondadosas
Al leer miles de evangelios originales –coptos, egipcios, etíopes, maniqueos, cátaros –nuestro querido lector corre el riesgo de desmayarse. Toda su carga de conocimientos anterior se convierte en polvo: los ideales en los que creía antes resultan ser ridículamente insignificantes. ¡Resulta que existen otros mundos, otros enfoques, otro cristianismo!
El evangelio arquetípico no tiene que contener obligatoriamente un elemento biográfico o instrucciones de una u otra eminente personalidad religiosa. Es suficiente recibir, mediante sus páginas, una revelación sobre las cien mil ventajas que tiene el bien ante el dominio del mal mundial.
El buen mensaje en el univérsum es la revelación sobre el bien como el sumo arquetipo del teohombre, del hombre eterno, homo inmortalis.
dto.
San Salvador Verdadero : la montaña del ruiseñor española
Ha llegado el tiempo del despertar del hombre divino, que lleva durmiendo los siete mil años que dura ya la 84ª civilización, mezclada.
La Tierra está en una profunda crisis, niño mío, y tengo que abrirme paso penetrando densos bosques y espejos deformados, uno tras otro. Pero con mi cetro ardiente seco los pantanos de las megápolis y los desfiladeros de los pensamientos cavernosos. Por primera vez se revela una luz nunca antes vista por el mundo.
Soy enviada a vosotros por el Padre de la bondad inenarrable para vencer el mal en esta Tierra. ¡Ha llegado la hora del despertar! Toco con el cetro bodhisátvico el interior devastado: ¡Despiértate, paladín en potencia!
dto.
Milenio de renovación del mundo
Por el éter transmundial testimoniamos la alegría que le espera a la humanidad: ¡El gran cambio! ¡El eje mundial ha girado hacia la bonhomización!
Miles de civilizaciones bondadosas, mundos habitados, con esperanza y amor miran a la Tierra, enviando Minné ardiente. Los panteones bondadosos, los habitantes bondadosos de comunidades intergalácticas –el univérsum bondadoso se puso en movimiento.
Los bondadosos Padre y Madre se revelan por primera vez a la nueva bondadosa humanidad.
El mal desenmascarado se va. ¡Anuncio el descendimiento a la Tierra de las almas hermosas y bondadosas, ajenas y privadas del mal!
Vuelven a la Tierra los panteones bondadosos –las pléyades de buenas divinidades y gente bondadosa: padres y madres, ancianos y ancianas, albios y albias, constelaciones y ciudades bondadosas, seres bondadosos, pajaritos bondadosos de miles de especies, animales domésticos y salvajes –pececitos, perritos, bichitos: angelitos, espíritus domésticos, urbanos, de los bosques y las estepas… ¡Qué sinfonía de Bondad celestial!
dto.
La rosa de los serafitas II : la teohumanidad : las creaciones divinas
“La Rosa de los serafitas” es una revelación sin precedentes que no tiene análogos en toda la historia de la humanidad. Por vez primera, la Alma Mater Dei revela a Su ungido los misterios de los 15 años de Su estancia en el Monte del Ruiseñor (Turquía actual) después del Gólgota y la Resurrección de Cristo. A través del estilo evangélico de narración, Se le revelan al lector las espirituales inauditas.
Uno de los temas centrales del libro son las beatitudes superantes del Aposento Nupcial que esperan a los habitantes terrenales después del cumplimiento de las calamidades purificativas causadas por el estado actual del mundo y de la iglesia.
En las páginas del libro transcurren los momentos inolvidables de la vida del autor en la tierra. Se hace clara y comprensible su misión de testigo en convertir la gente hacia la Buena Divinidad y anunciar el nuevo tabernáculo del matrimonio divino, se revelan sus múltiples iniciaciones espirituales y entregas a la Sabiduría Superior.
El libro contiene oraciones, diálogos extáticos, enseñanzas para la joven generación empapadas por las fragancias celestes y la esfera poético-musical de la Revelación Divina.
dto.
El rey Salomón : y el templo universal de la paz
El rey Salomón es la plenitud de todos los dones y pretrazados superiores de la humanidad: la divinidad encarnada, el mesías, el vidente, el curador, el rey, el primer sacerdote; el escritor genial, el bardo inspirado, el anciano sabio y el primer vidente de Dios en la tierra (que es el instrumento de la Santísima Madre de Dios).
Es ridículo pensar que hasta el siglo IV, la Reina permanecía callada, como exponían las crónicas romano-bizantinas. Mariam no apareció, en este último periodo de 6000 años por primera vez ni en el siglo I, ni IV, ni V después del nacimiento de Cristo, sino nueve siglos antes, en el gobierno del rey Salomón. Se reveló a aquél que no podía imaginar nada sobre Su existencia, sobre Su misión, sobre Su divinidad y sobre Su amor.
dto.
El santuario del Grial en el catarismo
Quiero revelarme a la humanidad por primera vez, sin caricaturas históricas ni falsedades, tal como Soy verdaderamente, tal como me graban Mis adorados discípulos y como Yo quiero que me grabéis en vuestros corazones, llenos de amor.
Percibidme:
· Como Hijo del Amor y no de Jehová
· Como Apóstol del Amor y no como padre de los apóstoles de Jerusalén
· Como Maestro del Amor y no como nuevo legislador
· Como Rey del Amor y no reycillo de Jerusalén o de Bizancio
· Como el Coronado en la civilización de los grandes y pequeños cristos y no como una de las tres "Personas" inventadas y puestas sobre el trono bizantino
· Como Candil del Amor, y este amor puro, perfecto y superante será el acervo de los habitantes inmaculados de la divina civilización solar.
dto.
Divinamentum : la divina permanencia de la divinidad en el hombre
No EXISTE VALOR MAYOR QUE EL HOMBRE.
Por amor a él, el Padre envió a Su Hijo al mundo, como nos dicen los Evangelios. Y el Hijo amó tanto a Sus discípulos que les entregó el tesoro más valioso: la Madre de Dios, la Novia Divina, fiel a Él hasta e! final.
El Padre ama tanto a Sus hijos que los diviniza. Por una parte los ha hecho mortales, pero en su interior no los ha privado de la inmortalidad para glorificar al hombre en el misterio del divinaméntum (divinización).
Por eso, actualmente, los cátaros rebosan de voluntad de unir a la Divinidad con el hombre, devolver al hombre su eterno estatus teoantropológico: el teohombre.
dto.