Un biólogo europeo sale a la búsqueda de una planta andina, la ayahuasca, con la idea de descubrir un nuevo medicamento milagroso para el cerebro. Sus peregrinaciones, espiadas por alguien, le llevan tras las huellas de los grandes exploradores humanistas del pasado: Von Humboldt, Darwin y Koch-Grünberg. Junto a los médicos de la Escuela de Medicina de Cusco, recorre las comunidades campesinas de los Andes, hasta los valles interandinos y caminos de la selva amazónica, donde le serán reveladas las tradiciones del mundo inca, el uso de las plantas y medicinas tradicionales, las prácticas meteorológicas y religiosas, y el culto a los Apus durante la peregrinación al Q´oyllu Ritti o la ascensión del Huayna Pichu, donde se esconden los mallquis y ñaupas, divinidades ancestrales. Su sorprendente descubrimiento espera al cazador de genes en los meandros del Amazonas, tras un rito iniciático mediante plantas mágicas, gracias a un chamán shipibo. Una novela picaresca que habla sobre la fundación de la Escuela de Medicina de Cusco por los médicos pioneros andinos. Es también una apasionante lectura para el viajero curioso del imaginario y de la cosmovisión andino-amazónica. 

Los ritos chamánicos ancestrales ya otorgaron poderes mágicos a los animales y utilizaron simbólicamente su presencia en las ceremonias tribales. Desde Oriente hasta Occidente, todas las civilizaciones han asociado determinadas cualidades a los animales, han divinizado su figura y han intentado establecer una conexión mística con ellos que hoy podemos volver a sentir.

* ¿Será un búho? ¿Un gato? ¿Una ballena? * Reconozca y entre en contacto con su animal espiritual a través de las 40 descripciones que encontrará en las páginas de este libro y embárquese en un viaje de autodescubrimiento y fortalecimiento. * Nuestro animal guía puede venirnos en sueños a través de manifestaciones y señales; nos brinda poder, protección y sabiduría, y es posible aprender a escuchar los mensajes que nos trae. La comunicación con los animales espirituales nos permite acoger las in?uencias positivas que nos brindan y, así, fortalecernos. Hay un sinfín de oportunidades para unirse a la energía del espíritu animal. A veces basta con encontrarnos una pluma en la playa o ver huellas de patas en una ruta de senderismo para que escuchemos al animal que nos llama. Observar los mensajes de nuestros animales espirituales nos ayuda a descubrir las respuestas de muchas de nuestras preguntas más complejas. Además de notar cómo y cuándo nos saludan los animales espirituales y qué signi?ca su presencia, también podemos intentar establecer contacto con ellos. Hemos de con?ar en que las imágenes que aparecen se están invocando desde nuestro inconsciente. Es en este espacio liminal donde podemos prestar atención a los mensajes sutiles y descubrir verdades sobre nosotros mismos que suelen ocultarse a la consciencia