Durante cinco años, hasta su interrupción por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el psiquiatra, psicólogo y humanista suizo Carl G. Jung (1875-1961) dirigió un selecto seminario con el Así habló Zaratustra de Nietzsche como incuestionable actor principal. En sus cuantiosas sesiones, Jung desgranó paso a paso el fruto de esa enigmática obra a la que el propio Nietzsche contemplara siempre con ojos de embeleso y no ahorrara halagos en Ecce homo, ese su escrito testamentario. El pensamiento de Friedrich Nietzsche, de contumaz rebeldía ante cualquier intento de encorsetado, encuentra de esta forma una senda transitable desde los presupuestos de la psicología analítica desarrollada por Jung a lo largo de su dilatada carrera. Se nos desvela entonces un Nietzsche humano, demasiado humano, ya brillante, ya eclipsado por su propia sombra, esa oscuridad que acabará por engullir su mente y la totalidad de su ser. Nietzsche y Jung, psicólogos de excepcional talento, recorren juntos la noche oscura del alma humana, y sus dictados y reflexiones harán de puente levadizo para acceder al psiquismo de esas otras personas, aquí anónimas pero igualmente brillantes, cuyas historias se narran en las páginas de este libro desde la perspectiva del propio autor como psicólogo y psicoterapeuta.

Los optimistas poseen un blindaje especial que los protege contra las dificultades: con la serenidad que proporciona una inmersión en el silencio del océano, quien piensa en positivo es capaz de actuar al margen del desánimo y de encontrar soluciones en aguas revueltas. Tras la buena acogida de Nietzsche para estresados, Percy nos muestra cómo adquirir la escafandra del optimista, además de ofrecer consejos y estrategias para ver el vaso medio lleno (e incluso llenar la otra mitad)

"La Neurología y la Ciencia de las partículas han cambiado radicalmente nuestra vieja y limitada concepción sobre la naturaleza humana como seres encadenados a la dictadura del azar. Ahora sabemos que la mente influye sobre la realidad física (Quantum) que nos rodea, que somos creadores de nuestro propio destino y que el resultado depende de cómo utilicemos la Conexión cuántica entre nuestra Conciencia y el Universo. Pero esa conexión requiere un modo de funcionamiento (Pensamiento Sincrónico) que optimice la capacidad cerebral, y para sincronizar con todas las posibilidades en potencia y materializar aquello que más deseamos, tenemos que trascender nuestra naturaleza terrenal: eso es lo que aprenderás en este asombroso libro.