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Ruta de la seda, la
Clara Blancaflor ? Ilustraciones de Jesús Zatón ? Editorial Fundación Rosacruz ? 1992
Sigue a Schi-Tao-Peng en su largo viaje, junto a Lien, la joven princesa con la que traba amistad en el Palacio del Emperador, la Ciudad Prohibida, por tierras del Tibet y del desierto del Gobi, en busca de Shambhala y de los inmortales Lohans.
A partir de 9 años y para adultos.
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En armonía con el infinito: paz, poder y abundancia
Un divino encadenamiento entrelaza el universo entero. Si armonizamos nuestra voluntad humana con la divina y obramos de acuerdo con sus leyes, lograremos la plenitud, la paz, el poder y la abundancia que, de un modo u otro, hemos estado buscando a tientas durante toda nuestra vida. El objetivo de la vida humana consiste en lograr la consciente y positiva efectividad de nuestra unión con Dios y abrir completamente nuestro ser a su divino influjo. El gran secreto de poder y de vida es obrar En armonía con el infinito. Ralph Waldo Trine, filósofo, místico y autor de numerosos libros de autosuperación, nació en 1866 en Illinois, USA. Publicó En armonía con el infinito en 1987, alcanzando pronto unas ventas superiores a los 2 millones de ejemplares. Fue el libro de cabeceera de Henry Ford, que decía que todo su éxito en los negocios se los debía a En armonía con el infinito. Más de 2 millones de ejemplares vendidos en Estados Unidos.
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Magia Egipcia Ciencia Filosofia
Ciencia, filosofía y poderes ocultos en el Antiguo Egipto, a través del estudio de sus papiros, mitologías y leyendas. Incluye también un estudio de la Magia entre los Gnósticos.
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Jesús, el hijo del hombre : señor eterno de la eterna bondad
EL NACIMIENTO DE JESÚS
Ana, la madre de María
Mi nieto nació aquí, en Nazareth, en el mes de Enero. En la noche del nacimiento de Jesús unos hombres que venían del levante nos visitaron. Se trataba de unos extranjeros que habían llegado de Asdrolon con las caravanas que mercan con Egipto. Nos pidieron hospitalidad en nuestro hogar, pues en el albergue no encontraban lugar para pasar la noche. Les dije que eran bienvenidos y les informé:
-Mi hija acaba de dar a luz a un varón, vosotros, sin lugar a dudas, me disculparéis si no os hago las cumplimentaciones que merece vuestra permanencia aquí.
Me agradecieron haberles brindado hospedaje, y luego de cenar me dijeron:
-Es nuestro deseo conocer al recién nacido.
El hijo de María era un bebé muy hermoso; ella misma era muy bella y atrayente. Ni bien los extrajeros vieron a María y ami nieto, extrajeron de sus bolsas oro y plata y lo dejaron a los pies del niño. Luego ofrendaron incienso y mirra, prosternándose más tarde oraron en un idioma que no comprendimos.
Estos son algunos de los párrafos de esta preciosa obra, "Jesús el Hijo del Hombre", una de las más significativas del autor libanés Khalil Gibrán, que además de ser filósofo y pintor, ha sido considerado uno de los más grandes poetas que ha dado el Oriente entre el final del siglo XIX y principios del XX.
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