A la hora de marcarnos metas y objetivos, de plantearnos nuevos propósitos, seguimos procedimientos invertidos. Es decir, por reglageneral, primero elaboramos nuestras listas de propósitos, deseos y planes ?todo lo que queremos tener, conseguir, lograr y experimentar- y nosponemos a trabajar con todas nuestras fuerzas para conseguirlo. Esas aspiraciones son conducidas por un deseo innato de sentirnos de unadeterminada forma. Entonces, ¿qué sucede si cambiamos el orden y primero tenemos clarocómo queremos sentirnos y en función de ello diseñamos nuestro mapa interior de emociones y deseos y elaboramos esa lista de cosas por hacer,( jando nuestras metas? Cuando tienes realmente claro cómo quieres sentirte, la persecución decualquier meta se volverá más satisfactoria, evitando tirar la toalla. Gracias a El mapa del deseo, de la mano de la terapeuta Danielle Laporte,conseguirás: ? Aprender a crear tu propio mapa de deseos y tener claro cuáles son sussentimientos esenciales, para diseñar tu vida y tomar decisiones en función de lo que te hace feliz.? Descubrir el anhelo que realmente siente tu corazón ?tus sentimientos esenciales deseados.? Guiarte por tus sentimientos para que tomes decisiones adecuadas y ser más consciente de lo que vives y cómo lo vives.?

Cabalgando en el Viento

Cuando esta obra apareció en inglés se produjo una considerble avalancha de cartas de hombres y mujeres de todas las edades dando las gracias al autor y diciendo frases como "este libro cuenta mi vida" o "es mi propia vida". Los libreros decían que la gente volvía a por más ejemplares para regalárselos a su amigos. Se regalaron todavía más entre miembros de la familia... También muchas personas cambiaron. Averiguaron la verdad sobre sus infancias y establecieron nuevos y mejores vínculos con sus hijos y parejas. Los hombres empezaron a sentirse de nuevo bien respecto al hecho de ser hombres, y las mujeres empezaron a entender mejor a los hombres. Este libro ha ayudado a muchos hombres a analizar con más claridad sus vidas y a descubir que después de todo son normales, pues habla de la experiencia común masculina.