Vivimos en una sociedad obsesionada con la satisfacción instantánea. Pensar se ha vuelto cada vez más difícil. Se nos empuja a la acción constante, pero no se nos anima a detenernos y reflexionar. ¿Cómo recuperar el tiempo y el espacio para pensar en medio de esta vorágine?Este libro nos invita a reivindicar la contemplación como un acto de resistencia y libertad. Pensar no es solo un ejercicio intelectual, es un modo de estar en el mundo con más presencia y sentido. No se trata solo de resolver problemas, sino de cuestionar lo establecido, imaginar nuevas posibilidades y conectar con nuestra propia voz. Una guía para cultivar 3 actitudes esenciales: la reflexión crítica, que nos ayuda a desafiar lo que damos por sentado, la ensoñación, que libera nuestra creatividad, y la atención plena.

Para poder crear vínculos libres y auténticos con los demás primero hemos de aprender a disfrutar de nuestra propia compañía.

La soledad es una de las emociones más intensas y dolorosas. Prueba de ello es que hacemos cualquier cosa para evitarla. De hecho, la gran mayoría de adultos somos sociodependientes, adictos a la nicotina social. Es decir, a la irracional necesidad de estar permanentemente en contacto con otras personas. A pesar de ser la forma de drogadicción más común en nuestra sociedad, es también la más desconocida. ¿Quién es el valiente que se atreve a quedarse a solas, desnudo emocionalmente y cara a cara con el dolor que anida en sus profundidades?

Este libro es un viaje terapéutico. Y está concebido como un proceso de desintoxicación social con el que afrontar nuestro mayor miedo: la herida de abandono. Entre otros aprendizajes, propone que dejemos de utilizar a los demás como parches para tapar nuestro vacío existencial y suplir nuestra falta de amor propio. Y que revisitemos nuestra infancia para reconciliarnos con nuestro niña (o niño) interior. Solo así podremos convertirnos en lo que estamos destinados a ser: nuestro mejor amigo, descubriendo que nunca estamos (del todo) solos.

«No existe ninguna hazaña más grande en el mundo que saber estar con uno mismo.» MICHEL DE MONTAIGNE

Hay un modo de enfocar la vida que nos convierte automáticamente en personas más íntegras, felices y motivadas. El metodo parte de una idea transformadora llamada Seva (servicio altruista) y está inspirado en el sijismo, un sistema filosófico seguido por más de treinta millones de personas en el mundo. ¿Que hace de los sijs las personas más generosas y alegres del planeta? ¿Que podemos aprender de ellos?á

Jasreen Mayal Khanna, periodista educada en el sijismo, destila la filosofía Seva en siete sencillos preceptos para el día a día. Cada capítulo está dedicado a un rasgo particular de la religión sij: servicio altruista, alegría, valor, resiliencia, humor, trabajo duro, ecuanimidad y positividad. La magia de Seva está en traducir estos valores a gestos y actitudes tan sencillos como ayudar a alguien cada día, practicar la igualdad en casa o reírse de uno mismo con frecuencia, que nos transportan automáticamente a una vida más divertida, rica, etica y positiva. Todo ello apoyado por estudios de psicología, parábolas del sijismo, humor e inteligentes aportaciones personales que harán las delicias de los lectores.

"Seva nos enseña cómo podemos vivir una vida más feliz, significativa y productiva."

Esta es la historia de Bruno Arsuaga, un neurocientífico candidato al premio Nobel por sus descubrimientos sobre como extraer la totalidad de los recuerdos y reprogramar a un ser humano. Materialista convenido, orgulloso de su éxito y encumbrado en la élite de la sociedad londinense, pero carente de paz mental, es víctima de un secuestro. Castigado por las circunstancias, la Vida lo aparta a su pesar, llevándolo posteriormente a experimentar en toda su plenitud la belleza salvaje de la selva centroamericana y a conocer y asimilar las enseñanzas de un chamán tolteca.

Tras sobrevivir a su muerte clínica por ahogamiento y fascinado por todo lo experimentado, reconoce y acepta nuevos aspectos de sí mismo y su relación con el Todo. Especialmente que la Realidad es infinitamente mayor que lo abarcado y explicado mediante sus conocimientos técnicos.

Años después, habiendo madurado en su espíritu, su proceso evolutivo continua y debe enfrentarse a un desafío imposible, demostrar científicamente que Dios no existe, una encomienda del propio Dalai Lama, haciéndole ver durante dicha investigación que ciencia y espíritu son campos coincidentes, una síntesis que le aportará una nueva sabiduría.

La concesión del premio Albert Einstein nos sitúa en la Universidad de Princeton, donde relata su vida de una forma absolutamente nueva a un periodista científico que registra gráficamente su historia personal. A su regreso reconoce nuevamente que todo en aquella inmensa selva son teofanías, que ciertos mensajes numéricos y un sonido interno no material, son señales de la Fuente. Y nos invita a disolvernos en esa sabiduría dichosa del vivir cotidiano según la no-dualidad del Advaita y el Zen.