¿Hay personas que nacen con estrella? ¿Estamos predestinados a ser ricos o pobres? ¿Acaso la riqueza material es incompatible con la espiritualidad? ¿Hasta qué punto tenemos el control sobre nuestras experiencias? Una fría tarde de invierno, el autor de esta obra tiene un encuentro casual con un desconocido: un individuo que generosamente le brinda unos consejos de vida sorprendentes y le revela los pasos que le llevarán a convertirse en millonario. Basado en una impactante historia real, El millonario anónimo te descubre los secretos para atraer el dinero y la prosperidad a tu vida siempre que des los pasos firmes y decisivos que te proporcionarán la abundancia financiera. Mediante un relato que entremezcla las propias experiencias del autor y los consejos del personaje desconocido, el millonario, esta obra te muestra por qué existen personas que convierten en oro todo lo que tocan, mientras que otras siempre tienen carencias y atraviesan dificultades a pesar de realizar grandes esfuerzos. Como todos, tienes a tu disposición un tesoro valiosísimo que te entregan gratis cada día: veinticuatro horas de tiempo; suma a ese tesoro las pautas que encontrarás en este libro, de esta forma tu paz interior y tu bolsillo se verán muy recompensados.

De naturaleza polifacética, Álex Arroyo Carbonell ha ejercido de empresario multidisciplinar, inversor, periodista, conferenciante y escritor.

El Dr. Jean-Marc Mantel cursó sus estudios de psiquiatría en la facultad de medicina de París. Profundizó en las enseñanzas del conocimiento transmitidas por Krishnamurti, Ramana Maharshi y Jean Klein, del que fue discípulo y estudió el autoconocimiento, la meditación y los enfoques sutiles del Yoga. Fundó la Asociación Internacional de Psiquiatría Espiritual, que ha desarrollado numerosos eventos integrando salud mental y espiritual, y más recientemente la asociación “Essence” dedicada a la sabiduría No Dual. “La palabra espiritual toca nuestra dimensión más íntima, esa que apenas se puede compartir. Dejando revelarse esta dimensión del ser, aparece una vulnerabilidad nueva, no en el seno de la fragilidad, sino en una sensibilidad despojada de las defensas construidas por la personalidad. La comprensión invita a un abandono total, un soltar presa completa de todo eso que se piensa o cree ser. Esta ausencia de nosotros mismos se revela como una presencia portadora de una indescriptible belleza. Vivir la belleza en su ausencia, es vivir una plenitud sin objeto, ahí está el fin de una terapia que habrá visto la muerte del yo reemplazada por la vida en sí misma.”