Con El efecto gratitud, John Demartini, uno de los grandes guías espirituales de nuestro tiempo, nos invita a saltar a un nuevo nivel de conciencia que cambiará radicalmente las distintas facetas de nuestra existencia, desde el trabajo o las finanzas hasta las relaciones o el bienestar físico.

A menudo nos sentimos frustrados por ideales que no se ven satisfechos, por deseos que no sabemos cómo realizar. John Demartini nos enseña que la raíz de todas nuestras insatisfacciones se encuentra en unas expectativas poco realistas respecto a nosotros mismos y a los demás. Para alcanzar una vida más rica y consciente debemos empezar por revisar nuestras prioridades y averiguar cuáles son los valores que gobiernan nuestra vida.

Con ejercicios prácticos y casos extraídos de su propia experiencia, uno de los grandes sabios de la época nos invita a un colapso cuántico que modificará para siempre nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos.

El doctor John Demartini, nacido en Houston, es uno de los líderes espirituales más influyentes de hoy, ha participado en la elaboración del bestseller internacional El secreto. Es fundador de la escuela para la confluencia de la sabiduría en filosofía y curación y experto en filosofía y motivación, además de ser el creador del "Proceso de colapso cuántico".

Si bien es cierto que la mente es la causa de nuestro sufrimiento, también lo es que somos capaces de revertir el proceso mental negativo. La mente humana no es exacta ni infalible a la hora de procesar la información; pero, afortunadamente, tenemos la facultad de darnos cuenta de nuestros errores y desaprender lo que aprendimos.

Walter Riso nos ofrece en este libro una propuesta seria y fundamentada para empezar a pensar en uno mismo de una manera más racional y saludable, y lograr el desarrollo pleno de nuestro potencial humano.

En una cultura donde se ha sobrevalorado la entrega amorosa ilimitada, la vida en pareja se ha convertido en la principal forma de autorrealización. Un sentimentalismo exagerado ha hecho que se ignore el sacrificio personal que implica tal abnegación. Sin embargo, el amor no lo justifica todo. Existe otra forma de entender el amor: amar sin destruirnos a nosotros mismos y huir de la idealización absolutista; se puede amar sin ansiedad y sin negociar los principios vitales que nos determinan. Un amor maduro es el que integra el amor por el otro con el amor propio sin conflicto de intereses. ¿Quién dijo que para amar había que anularse y dejar de lado los proyectos de vida? Para amar no debes renunciar a ti mismo, ésa es la máxima.